Juan Ángel Rodrigálvarez, Viena La Pastelería


Juan Ángel Rodrigálvarez, mejor Pastelero del año 2010.// Viena

Juan Ángel Rodrigálvarez, es el Jefe del Obrador de Viena La Pastelería y acaba de ser reconocido como el Mejor Pastelero y Repostero del año 2010. Con este joven pastelero riojano hablamos de la innovación y la inquietud que lleva a experimentar en sabores y texturas, de proyectos y nuevos productos y del mundo del cacao y la importancia del conocer para valorar y decidir también cuando se trata de degustar un chocolate de verdad. //María Lizarraga / CTIC-CITA.

"La innovación es un tema personal y es una inquietud"
"La base principal es el producto y el cariño, a partir de ahí formación, técnica y lo que vamos incorporando en el día a día"
"Con la investigación, podemos llegar a nuevas texturas y sabores al controlar qué es lo que pasa en las cosas"
"Nuestro producto tiene limitaciones para la exportación, pero podemos exportar formación y saber hacer"
"Ahora un tocinillo de cielo no tiene que ser una bomba de relojería para la digestión"

Juan Ángel Rodrigálvarez, pastelero

Juan Ángel Rodrigálvarez es pastelero. Así se autodefine. Su tarjeta de visita sólo pone "Juan Ángel" y el logo de Vía V, la marca con la que "Viena La Pastelería" ha entrado en el mundo 2.0, el de las redes sociales.  En la otra cara, las direcciones en Logroño de la pastelería degustación, la pastelería de siempre, el obrador y V Cultura (donde se realiza la entrevista tras una visita y cata de coberturas) y, finalmente, sus propias coordenadas. Juan Ángel forma parte del equipo de una empresa familiar riojana que mira más allá de las fronteras. Es el Jefe del Obrador de Viena La Pastelería.
Su joven e intensa trayectoria ha sido reconocida a sus 36 años por la Real Academia Española de Gastronomía y la Cofradía Española de la Buena Mesa con el premio "Paco Torreblanca" al Mejor Pastelero y Repostero del año 2010. La innovación es una forma de ser, al igual que la devoción hacia la familia-equipo-empresa, la vocación hacia la formación y la pasión por el mundo del cacao. Juan Ángel  ofrece placeres golmajos bajo el prisma de "la gula razonada": conocer para poder elegir el deleite saludable.

Para empezar, una pregunta original. ¿Qué supone ser reconocido como el mejor pastelero de España por la Real Academia de Gastronomía?

Es increíble porque se trata de un premio que otorga una de las academias de las artes españolas, que este año ya es Real Academia, y porque, antes que a mí, se ha concedido a gente que admiro, a la que sigo, de la que he aprendido muchísimo y de la que todavía tengo mucho que aprender. Me generó un rubor de la leche, ésa es la verdad.
Con buen criterio, mi padre me dijo que era un premio a crédito. Es un premio que me han dado como apoyo a la iniciativa y a esta empresa; ahora hay que demostrar que hay argumentos y condiciones que dan peso a esa concesión.
Estoy encantado de que no me den un premio así a título póstumo y que me lo den con juventud para poder respaldarlo, ponerlo en valor y sacarle partido.

¿Por qué los chefs o cocineros son más populares que los pasteleros?

Nos hemos quedado para el postre (risas).... Los cocineros han hecho un gran trabajo al humanizar la cocina, la han llenado de contenido y la han acercado a la gente. Hay muchos programas de cocina, pocos de pastelería o de obradores. En Francia no es así. Allí la pastelería es un icono como hablar de los toros aquí.
Este año tenemos que estar contentos porque por primera vez un equipo español ha ganado la Copa del Mundo de Pastelería con un trabajo extraordinario, finísimo y muy bien acabado de un equipo joven dirigido por Yann Duytsche,  de origen francés pero afincado en Barcelona. Con todo, Francia cuenta con profesionales calificados como MOF [Meilleur Ouvrier de France en Pâtisserie] que tienen unas cualidades y nivel increíbles y que dominan todas las técnicas de cualquier elaboración.

¿Le gusta que te llamen golmajero, pastelero, o, quizás, cocinero?

Difícil que fuera de La Rioja te llamen golmajero. ¿Qué me gusta? Soy pastelero. Es lo que digo siempre cuando me presentó en cualquier sitio.

Viendo como trabaja en el obrador, está clara la apuesta por la innovación, ¿no?

Bueno, la innovación es un tema personal y es una inquietud. Indudablemente, se ha potenciado mucho todo lo que son nuevas tecnologías y todo lo que está ligado a la I+D  desde que se ha entrado en la crisis general, con lo que ha cogido mucha más fuerza y se ha hecho referente. En ese sentido, de hacer un trabajo personal se ha pasado a colaborar con distintos laboratorios e invertir tiempo y dinero en formación tanto interna como externa para sacar adelante proyectos. Al final nos ha dado muchas alegrías en nuevos productos, como este turrón de vino que hemos visto en el obrador, y hemos podido llegar a texturas y sabores por conseguir controlar qué es lo que pasa en las cosas, en las elaboraciones.
Nosotros de forma empírica sabemos, a través de la prueba-acierto o de la prueba-fallo, qué va mejor o qué va peor, qué funciona bien o qué es lo que falla. De ahí a saber qué está pasando dentro de una elaboración es otro paso diferente. Estamos trabajando en esta dirección para saber qué está pasando en cada una de nuestras elaboraciones, para poderlas controlar mejor, para poderlas modificar mejor y  para poder hacer un uso razonado de las cosas.

Contra la gula, templanza. ¿Qué es la gula razonada?

Dentro de Valrhona, formamos parte del grupo "La Gula Razonada", que lo que busca es razonar los postres. Entender que un flan no tiene que llevar tanta cantidad de huevo, de nata, de leche o de azúcar, sino que lo que buscamos es el sabor y el sabor nos lo va a incorporar unas sensaciones, unas especias...  No tenemos que cargar una elaboración con grasas o con azúcares como hace 50 años cuando no había forma de conservar, ahora podemos controlar mejor los tiempos y las temperaturas.  Es importante que el consumidor tenga la libertad de tomar lo que quiera porque lo conoce. Razonar y entender los postres y saber qué sabor nos gusta y aportarlo en las elaboraciones. 

Y, además, unido a la salud con menos azúcar, menos sal, menos grasa...

Así es. Hay que razonar e ir a productos de primera. La base principal es el producto y, como dice mi padre, después cariño y a partir de ahí formación, técnica y cosas más normales que vamos incorporando en el día a día.

Antes comentaba la colaboración con laboratorios y centros de investigación, ¿qué valoración hace de la colaboración con CTIC-CITA y Avanzare en el proyecto de armonización de coberturas de chocolate con vino Rioja?

La experiencia con el centro tecnológico me ha enseñado que el mundo de la investigación es duro, es emplear mucho tiempo para igual no llegar a dónde quieres, pero aprendes mucho en el camino y llegas a conclusiones a las  que no habrías llegado por ti mismo y que quizás no buscabas. Lo cierto es que te ayuda en el día a día un montón. Es la reflexión que hago de mi pequeña experiencia.

Si hablamos de experiencia, la cata de coberturas que hacen en el obrador es altamente recomendable. ¿Es importante que el consumidor conozca el producto?

Nosotros buscamos la materia prima de calidad y, por tanto, nos interesa que el consumidor tenga conocimiento sobre esta materia prima porque significa que va a entender y valorar nuestras elaboraciones. Voy más allá, conocer el mundo del cacao, además, va a generar disfrute, capacidad de decisión y, lo que es importante, libertad para decidir: voy a tomar esto o voy a tomar lo otro y sé qué estoy tomando. Es importante que el consumidor tenga la libertad de tomar lo que quiera porque lo conoce y no lo que le vendan en el lineal o televisivamente.
Y, otra cosa importante, si no hay conocimiento del mundo del cacao probablemente en un tiempo no podamos seguir disfrutando de este placer.

¿Está el cultivo de cacao en vías de desaparición como se dice?

No, exactamente. Está en un momento de decidir si lo cuidamos y lo salvamos o seguimos exprimiendo las tetas de la vaca de oro hasta que se nos muera. ¿Qué hacemos? Estamos en este momento.

Con las manos en... turrones de vino.//M.L.
Juan José, en plena explicación en una cata de coberturas.//M.L.
@JuanViena mira su dispositivo en una cata con "tuiteros". /M.L.

Cobertura para conocer dónde hay cacao

¿Todos los chocolates del mercado son cobertura?

Una cobertura es chocolate, pero no todos los chocolates son cobertura. Algunos tienen un porcentaje de cacao que no llega  a lo que la legislación marca para que pueda considerarse cobertura, están por debajo del 31% o superan en un  5% la cantidad de grasa vegetal diferente a la del cacao. Lo ideal es conseguir coberturas, como las que nosotros seleccionamos, que son 100% cacao y, por otro lado, evitar esos chocolates de grasas saturadas, tipo palmiste, palmito o grasa hidrogenada que no nos van a aportar nada ni en texturas ni en sabor y, mucho menos, en relación a la salud.

¿Cómo reconocemos ese cacao, ese chocolate, que tiene esas características de aporte de longevidad y belleza que se atribuyen al cacao?

Yo recomiendo que se busque la palabra cobertura, que, por ley, da garantías. Luego hay una ley de etiquetado que te obliga a poner lo que lleva el producto, los ingredientes. Si en la etiqueta se lee palmiste, palmito o grasa hidrogenada y no aparece la palabra cobertura y su porcentaje, pues, indudablemente, el producto es lo que es o no es lo que no es.

Bandeja para la cata de coberturas en la sala V Cultura. //M.L.
Detalle de Viena La Pastelería a unos visitantes "tuiteros". //M.L.

Bombón con algas y cenas "golmajas"

Bombones de Rioja, de aceite, de mojito... ¿Cuál es el próximo?

El de Rioja ya es conocido, el de mojito se está haciendo para un cliente de Madrid y está haciendo maravillas... Ahora estamos sacando una gama de pacharán, de  gin- tonic, de crema de brandy y, además, estamos estudiando dos nuevos proyectos: bombones con algas y cenas para golmajos. El bombón con algas es un concepto muy transgresor, creemos que es una buena combinación en lo saludable, pero indudablemente no se puede ser tan trasgresor que se piense que el sabor no importa. El sabor es importante, además de la textura. Estamos en ello.
Por otro lado, estamos preparando un menú para poder ofrecer cenas dulces una vez a la semana a partir de Navidad para que los golmajos tengan una noche especial. Desde el primer plato hasta el último, todo dulce. Según como salga la iniciativa, seguiremos en el tiempo.

Tiene que ser una satisfacción que bombones elaborados aquí y con pétalos de rosa, se ofrezcan en una boda digna del "Hola" en Taiwán, ¿Miran hacia mercados exteriores?

Con Taiwán tenemos contactos interesantes, nos están haciendo encargos interesantes y nos están pidiendo que hagamos el proyecto de cómo hacer un obrador.  El salto a la exportación ahora es vital si quieres subsistir. Nuestro producto tiene barreras térmicas y de caducidad que hacen difícil mandar cantidades destacadas al exterior, pero hay un porcentaje de producto que puede viajar y que estamos enviando.
Otra cuestión es la formación. Tenemos posibilidades de exportan nuestro conocimiento. Como ejemplo, hace poco nos visitó con Ignacio Echapresto el director de cocina de una cadena de hoteles de Nueva York que quedó entusiasmado y quería tener nuestros cruasanes en su hotel. Hacer un envío tiene pocas posibilidades, pero sí podemos enseñar y preparar sus cocinas para que los hagan y, si quieren llegar a todos los hoteles de la cadena, estudiar un obrador. Proyectos no faltan.