Eduardo Cuevas, Grupo Riberebro

"Las empresas debemos ponernos las pilas y reaccionar, porque el mercado tardará en hacerlo", afirma Eduardo Cuevas, presidente del Grupo Riberebro, en una entrevista en la que repasa la situación económica general y del sector agroalimentario. 

"Necesitamos ofrecer productos altamente competitivos, con la máxima seguridad alimentaria, y adecuados al mercado"

"Si las empresas ganamos en competitividad y excelencia, y los centros siguen el mismo camino, tendremos en nuestras manos la ecuación perfecta para afrontar el futuro"

Entrevista con Eduardo Cuevas

Eduardo Cuevas Villoslada, presidente y consejero delegado del Grupo Riberebro, hace un repaso de la situación actual y del sector agroalimentario. El también vicepresidente de AIDIA, la sociedad gestora del CITA La Rioja, destaca la importancia de la innovación y la internacionalización para la competividad empresarial. Eduardo Cueva advierte del riesgo de perder una generación de emprendedores por no formarles.

El Grupo Riberebro se ha consolidado en la cima de la producción y comercialización de vegetales transformados y su experiencia es importante. ¿Cómo ve el momento en el que nos encontramos?

En un escenario de crisis como el actual, especialmente en España, a punto de entrar en estanflación, estamos viviendo situaciones hasta ahora desconocidas en las últimas décadas. Hemos involucionado en cuanto a riqueza pero curiosamente todavía no lo hemos trasladado a nuestra calidad de vida. Nos encontramos en una situación que precisamente no se puede definir como coyuntural, ya que la mayoría de los indicadores así como los expertos, auguran que nos queda un largo camino por recorrer, por lo que deberíamos empezar a pensar que no podemos esperar al cambio de ciclo económico sino más bien adaptarnos a este sin perder más tiempo.

Las empresas debemos ponernos las pilas y reaccionar, porque el mercado tardará años en hacerlo. Debemos trabajar duramente en mejorar nuestra competitividad (fabricar más y mejor por menos) e intensificar nuestro esfuerzo internacionalizador.

Se habla mucho de colaboración, de alianzas estratégicas, de mejorar la competitividad en momentos de crisis. Riberebro ya tienen experiencia en sumar voluntades, integrando empresas con diferentes especialidades bajo su grupo, ¿qué consejos daría a un sector como el agroalimentario que se caracteriza por la atomización?

Debemos entender que la dimensión es el principal factor de competitividad en la empresa, y más en el sector agroalimentario. Ha llegado el momento de actuar. El tiempo pasa más deprisa en épocas de recesión como esta, y nuestra obligación como empresarios y directivos es aprovechar todas las posibilidades y oportunidades que nuestro sector y el mercado nos ofrecen. Para nosotros sumar capacidades, saber hacer y clientes y mercados ha sido clave para alcanzar nuestro desarrollo, y ello nos ha permitido consolidar un proyecto más competitivo e internacional. Solo así podemos competir con las grandes empresas internacionales del sector. Es posible hacerlo si tienes claro adónde quieres llegar cuando te sientas delante de otra compañía complementaria con la tuya y reflexionas bajo el prisma "tú ganas, nosotros ganamos".

¿Cuáles son los retos de la industria agroalimentaria actual?

Principalmente, insisto en la necesidad de mejorar considerablemente nuestra competitividad e internacionalización,sin perder de vista en ningún momento al cliente y al consumidor. Necesitamos ofrecer productos altamente competitivos, con la máxima seguridad alimentaria, y adecuados al mercado.

Debemos escuchar al cliente. Pero por otro lado deberíamos ser capaces de negociar acuerdos de colaboración o integración con otras empresas que nos permitan afrontar el mercado global con garantías de éxito.

Recientemente se han sumando al Programa de Empresas Cardiosaludables, ¿qué busca esta iniciativa?

Esta iniciativa de la Fundación Española del Corazón sintoniza plenamente con nuestros programas de Responsabilidad Social Corporativa. Queremos que nuestra visión de trabajar por un mundo más saludable impregne de manera relevante todas nuestras actividades. En esta línea de trabajo, queremos que nuestros colaboradores ?que con su trabajo hacen posible que el Grupo Riberebro evolucione día a día? reduzcan los factores de riesgo cardiovascular en su vida cotidiana, además de ayudarles a adquirir otros hábitos de vida saludables.

En su opinión, ¿en el sector alimentación, qué caracteriza la demanda del consumidor?

El consumidor tiene cada vez más información y es más exigente con la calidad, la seguridad alimentaria, así como en el conocimiento de las propiedades de los alimentos que consume. El ritmo de vida frenético actual, hace que sea más necesario que nunca disponer de productos que se cocinen con gran facilidad, con cantidades ajustadas a las raciones que se van a consumir y que mantengan sus propiedades saludables. No obstante, en estos tiempos, el precio sigue siendo un factor determinante, por lo que la ecuación de valor debe ser muy clara para los clientes y, sobre todo, para los consumidores.

¿Cómo se abordan los retos y las demandas del consumidor desde un grupo que cuenta con marcas centenarias y además es una empresa familiar?

Combinando lo mejor de cada fórmula. Una empresa familiar como la nuestra garantiza los proyectos a largo plazo.Nosotros lo definimos en nuestra carta de identidad como 'Nuestro Proyecto de Vida'. Ello nos permite poder acometer retos importantes con esa visión ?largoplacista? tan necesaria para reinvertir como para innovar.

En el área de innovación contamos con un potente equipo en el departamento de I+D+i que, en colaboración con otras organizaciones, universidades, investigadores, y centros de investigación ?como el propio CITA, desde luego? nos mantiene en la vanguardia del sector.

El valle del Ebro tiene la mejor de las huertas y, no obstante, hay una reducción de la dedicación a la producción agrícola. ¿Qué perspectivas se ven desde un grupo que tiene también carácter nacional e internacional?

El futuro de la huerta del valle del Ebro dependerá en gran medida de su adaptación a las nuevas tecnologías en los procesos de cultivo y, sobre todo, a la dimensión de los cultivos. Sería muy positivo conseguir crecer en superficie de explotación, así como conseguir integrar toda la cadena de valor, y para ello debemos de concienciarnos y estar de acuerdo agricultores e industriales para ir de la mano y enfocarnos bien al mercado.

¿Qué papel da a la investigación la industria agroalimentaria?

Importancia cualitativa que no se refleja en lo cuantitativo. Tenemos un enorme trecho que recorrer; ¿se imagina lo que aportaría a nuestra industria la investigación sobre las propiedades saludables de nuestros vegetales? Si se fija usted hemos sido los menos activos disponiendo de las mejores posibilidades.

¿Cuáles son las áreas de investigación e innovación (nuevas tecnologías, nuevos productos, seguridad alimentaria...) que considera más prioritarias para afrontar y superar los retos del sector agroalimentario?

Es un compendio de las mismas. Nuestra filosofía en este sentido está basada en la Mejora Continua, lo que nos obliga a trabajar permanentemente en todas ellas. Pero si el foco lo tienes en el cliente, en primer lugar debes asegurar la calidad de los productos con los mejores procesos y tecnologías disponibles, para poder ser extremadamente competitivo.

¿Cómo valora la colaboración empresa- centros tecnológicos del sector alimentario?

Fundamental para el desarrollo del sector. Únicamente apostillar que sería necesario que, así como las empresas deberíamos ganar dimensión a corto para mejorar nuestra competitividad, en el caso de los centros tecnológicos esta necesidad todavía es más acuciante. No es cuestión de número de centros, pero sí de tener la posibilidad de disponer de las últimas tecnologías, y sobre todo, poder contar con los mejores investigadores y expertos agroalimentarios.

Si las empresas ganamos en competitividad y excelencia, y los centros siguen el mismo camino, tendremos en nuestras manos la ecuación perfecta para afrontar el futuro con las máximas garantías de éxito.

 

"Podemos perder una generación de emprendedores si no los formamos"

Como galardonado con el Premio Ernst & Young Emprendedor del Año Emergente 2010, ¿qué consejo transmitiría a los emprendedores, administraciones y organismos que pueden impulsar la iniciativa empresarial, incluido el autoempleo?

Tengo una convicción personal: el emprendedor no nace, se hace. Aunque curiosamente si leemos la semántica de este adjetivo en el diccionario de la RAE, comprobará que no tiene que ver con lo que se entiende hoy en día debe ser un emprendedor.

Entonces ¿cómo impulsar la iniciativa con la enorme carencia de emprendedores que tiene este país?, ¿cómo o dónde conseguirlos si no se fomenta su desarrollo?, ¿cómo conseguir que un joven español cuando se está formando desee como un americano ser emprendedor?, ¿cómo es posible que sus ídolos sean Steve Jobs, de Apple o Jack Welch, de General Electric, y sin embargo nuestros hijos ni siquiera conozcan quién es Pablo Isla, de Inditex o José Ramón García, de Blu:sens?

Deberíamos empezar a tomarnos muy en serio que podemos perder una generación completa de emprendedores si no empezamos a formarlos y sobre todo a descubrirles los mismos valores que recibimos de nuestros padres (esfuerzo, constancia y superación), para conseguir que los jóvenes más preparados de toda la historia puedan ser pronto los emprendedores que lideren nuestras empresas en esta nueva década que arranca llena de incertidumbres.

¿Hay espacio para emprender en el sector agroalimentario?

Sin duda alguna. El propio Grupo Riberebro ha sido fruto de una idea emprendedora y no cesamos en nuestro empeño de emprender nuevos retos.

La propia situación del sector abre nuevas e importantes oportunidades para crecer en una actividad con un futuro en alza: alimentar a una población de casi 7.000 millones de personas. Ahí es nada?